Ya parece que este diario se convierta exclusivamente en el relato de un cuatrimestre en una universidad típica de ingeniería. No es que no quiera escribir otra cosa, es que estoy con los parciales y la vida social se está reduciendo estrepitosamente. En clase hay que estar por la labor, cuando salgo pienso en lo que nos han explicado y, sobretodo, ¡si entra a examen!. En la clase de hoy de biomecánica del impacto aplicada a los accidentes de tráfico una doctora (en medicina) nos ha ofrecido una perspectiva diferente del estudio para la prevención de accidentes. Ella es epidemióloga y aplica el método de estudios de epidemias en los accidentes. La equivalencia del microorganismo infeccioso es la energía que se aplica a los accidentados. A de allí se analizan los mecanismos de “transmisión” y las causas que producen las lesiones y las muertes. Es un método muy curioso, pero funciona.

A parte de eso, estoy buscando algún trabajito de lo que sea, pero relacionado con lo que estudio -por favor, nada de “menú bic mac“-. He ido a hablar con los profes que imparten las asignaturas de biomedicina, que ha un par que son mandamases de centros de investigación y seguro que tienen contactos que no se harían un feo a un becario para pasar bases de datos o algo así. También, un amigo de la familia -parezco que sea de la mafia, jeje- con contactos ha dicho que puedo tener posibilidades en una empresa que fabrica robots para automatizar estos análisis. Crucemos los dedos….

Esta tarde había quedado con oscar para estudiar y, como se había traído el portátil, me he pasado toda la hora metiéndole programas que considero imprescindibles y arreglándole la configuración del emule para aprovechar la banda aaaaancha de la universidad. Bueno, también me ha explicado cómo fue si examen de oficina técnica (la hizo el año pasado). Hemos vuelto a quedar para el jueves por la tarde para aprvechar más el tiempo: nos iremos directamente a ponernos moraos a base de cerveza y bravas, ¡toma!

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