Qué noche la de aquel día….
El jueves tocaba día Fòrum. Los debates acerca de la especulación y de la falta de público habían hecho desaparecer mi ilusión por lo que allí podría encontrar, pero eso hizo que disfrutase mucho más de lo que allí vi.
No sé cómo, conseguí madrugar par ir a recoger las entradas al Servicaixa, comprar agua y pan para el bocata (ahora que se puede entrar comida) y estar listo para cuando vinieran Gabi, María y Llopis a buscarme. Estuve un buen rato meditando qué cámara me llevaba. Por supuesto, la digital es más cómoda y es más adecuada, por su mayor sensibilidad y por poder ver el resultado al instante, para los espacios oscuros de las exposiciones, pero la réflex es la reflex. Así que me llevé las dos. La digital la usé para las exposiciones y la réflex para el exterior.
La primera instalación que visitamos fue VOCES. En ella se expone la diversidad de lenguas, sus características como lengua, el número de hablantes, su área geográfica…y se defiende el lema Escuchar todas las voces para hacer posible el diálogo. Además de los datos de las lenguas, puedes escuchar emisoras de radio y televisión y ver las portadas de diarios de todo el planeta.
Después vimos ESQUINAS. No es tan interactiva como la anterior, pero puede que sea más vistosa por las maquetas de Tokio, Estrasburgo y Nueva York y las reproducciones de esquinas famosas. Lo que se plantea en esta exposición es la esquina como cruce de caminos y punto de encuentro.
Cuando nos dimos cuenta ya eran las 15h, así que tocaba recargar las pilas. Con el estómago lleno aprovechamos para ver Libertas, libertatis, una obra de teatro ambientada en la Barcino, en los tiempos Adriano y con importante mensaje sobre el valor de la democracia.
El plan era ver Montando pollos, un grupo de teatro provocador, liderado por Jango Edwards, pero como empezaba en una hora, fuimos a la Haima a hacer tiempo. Allí tienen exposiciones de varias ong’s y una muy interesante sobre la inutilidad de la investigación militar. A las 16:30h, empezó Montando pollos y nos divertimos muchísimo. Cuando se fueron aprovechamos para ir corriendo a tumbarnos en unas colchonetas que hay en la Haima.
Revisamos el mapa y al ver que estábamos justo en la mitad decidimos dar la visita por concluida, nos quedan dos días mas.
Ayer viernes, por la tarde, quedé con Rachel / aurorabear para hacerme una entrevista. Está haciendo una investigación sobre el bilingüismo en Barcelona y cómo afecta a las relaciones entre personas y a nivel político. Como a mí el hecho de cambiar de idioma al instante con sólo mirar a la persona con quien hablas, dependiendo del idioma en que hablaste con ella la primera vez siempre me ha fascinado, no dudé en ayudarla.
Por la noche, ¡qué noche!. Quedé con Pau, Oscar y Jordi en la calle Tallers para ir primero a tomar algo al Groucho, luego al Chiscu -donde vimos cómo la juventud crece con lo que alguno diría falta total de moral y yo creo que es falta de prejuicios-. Yo no podía más, necesitaba bailar. Como nos dieron descuentos de la Suite27, no hacía falta pensar mucho. Allí ponen funk, hip-hop y RnB, por los que nos costó un poco animarnos, pero al final yo estaba encantado bailando con los golpes de graves que disparaban los altavoces. El resto estaba un poco cansado y enfilamos hacia Sidecar, esperando que fuera como hace dos semanas, ¡y lo fue!. Nada más entrar The cure y durante la noche sonó First of the gang to die, de Mozz; Deluxe, Ellos, Los planetas. Yo estaba en la pista como si estuviera a solas con la música, como hace tiempo que no me sentía, a tope sin drogas, jeje. Ya he tomado nota de lo que nos dijeron unas chicas que son habituales: los miércoles Dj Lester pone rock durillo/power ballads y los viernes y sábados Dj Ruíz se sale con el pop de calidad.
Me lo pasé tan bien que todavía voy con la sonrisa tonta de felicidad.